LA FERIA DE LOS REYES
Aunque hasta hace algunos lustros esta festividad estaba circunscrita a la cuidad de Sullana, capital de la provincia del mismo nombre, con el tiempo ha alcanzado una dimensión internacional, para convertirse en una feria de transacciones comerciales millonarias, efectuadas entre peruanos, ecuatorianos, y colombianos.
Sullana es uno de los lugares donde todavía persiste una gran tradición gestada quizá desde sus primeros asomos urbanos, la de la celebración de la FIESTA DE REYES, desde fines del siglo XVIII. Según don Reynaldo Moya Espinoza, cuando se proclamó la Independencia de Piura el 4 de enero de 1821, la principal autoridad de la Ciudad se encontraba en LA PUNTA, como se conocía a Sullana por entonces, ya que había concurrido a la celebración desde la antevíspera.
4.4.1. LA FIESTA DE REYES. Se celebraba como una gran feria comercial cuyo día principal coincidía con el de la Adoración de los Reyes Magos (6 de enero), y aquí se congregaban comerciantes y devotos que en varios días rendían culto al Señor de la Agonía, verdadero Patrón de Sullana, hacían sus compras y ventas, y recreaban esas páginas bíblicas en las que aparecen los magos bautizados como Reyes Magos por la tradición, con sus nombres de Melchor, Gaspar y Baltasar. Estas actividades se realizaban en los alrededores de la plaza de armas y calles adyacentes en el centro de Sullana.
A nivel popular se realizaban las famosas “bajadas”, donde entre lo religioso y mundano los sullaneros se divertían y alternaban entre los diferentes propietarios de nacimientos que en algunos casos veían en su realización una especie de estrategia de sobrevivencia que les daba una tranquilidad temporal para conseguir alimentos. En medio de esta celebración aparecían las pastoras ricamente adornadas con vestidos de satén o de papel crepé quienes acompañadas por un pastor desde antes de la navidad venían a cantar al Niño todas las noches una serie de villancicos que ahora no se cantan más.
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